Espíritu


Una mañana, como todas las mañanas de todos los días, iré a trabajar. Esa mañana, como ninguna mañana de ningún otro día me veré a mi misma yendo a trabajar. Será como ningún otro ayer. Como vivir el mañana hoy. Me veré a mi misma como nunca antes me había visto. Verme viendo como quien ve que está soñando. Verme viéndome caminar. Viéndome caminar me veré preguntarme a dónde voy. Me veré girando sobre mis pies. Me veré caminando a verme viviendo paisajes nuevos, nunca vistos, jamás soñados. Veré que no soy la única aquí. Veré que otras miradas nos estaremos viendo como ninguna mañana de ningún otro día hasta hoy. Veré que giraremos sobre nuestros pies. Nos veré volviendo a casa, andando hacia las plazas y los parques. Nos veremos viendo los colores, las distancias, las luces y sus sombras en el reflejo infinito de las pupilas mutuas. Veremos que nada ha cambiado, que todo es distinto. Nos habremos visto viéndonos; será como haber existido a partir del día de la mañana