Corset
No sabía asumir mi destino,
tantos años entrenando en esquivar.
Felina, arrogante, pujante, sensual,
herencia de madres de madres de madres,
y de padres, de madres de madres.
Corset de cada mañana y tantas noches
que define los fines de mí;
desde las costillas al vientre contrae
al inverso delirio de mis sueños.
Rehúso al pago de temores
a escondidos ocultadores
de la savia nutriente del riego;
Ellos prohíben el poder de lo divino.
¡Piedad para tantos errores
que evadieron generaciones
de su rumbo primordial!
Del sol, del horno, del centro de la tierra,
del big-bang y del útero ardiente:
el color del calor y el brillo celeste.
Será mi sino la ambigüedad temporal
que evoque cuentos, leyendas y mitos
e imagine ficción gran-diosa, irreverente,
amasando nuevas simientes
hasta la próxima luna de mi destino.