Profecías del pasado

(Creado para el grupo de Cuenta Mitos: Colectivo Persefona, Madrid)

Lamento si los decepciono pero lo que voy a contarles no se trata de un mito ni un cuento.
Pocos días atrás me enteré que fue encontrado un texto algo misterioso en una tumba faraónica. Al parecer, todo indicaría que se trata de la tumba de una mujer.
Lo misterioso de este papiro, es que es de los verdaderamente antiguos pero está como nuevo, como si hubiera sido escrito ayer y alguien, muy pero muy hábil, lo hubiera dejado ahí, a mano, para que fuera encontrado a simple vista. Nadie se lo puede explicar.
Esto que voy a contarles es lo que dice la traducción de aquellos jeroglíficos.

Amado mío, Akhenaton,
mensajero de Atón
digno hijo del Sol
Nuestro tiempo de Gracia se vislumbra pronto
Como la alborada del día anuncia la luz …..
entre amarillos, naranjas y rojos.

A ti, Amado mío, enamorado del amor,
que me enseñaste la Fuerza de la Justa Acción…
el ritmo de los días, los meses, los años…..
y el secreto universal que al corazón abierto el aliento inflama...

Dichosa de mí que para ti va mi canto y el anuncio tan esperado:

Las bestias y las arenas no han borrado las huellas de nuestro paso.
El eco de nuestros actos ha viajado muy lejos pero ya vuelve redoblado.
El flujo del Nilo trae con más fuerza aquello que en vano quisieron ocultar en sus profundidades.

Tu radiante Ciudad del Sol, Aketatón, resurgirá desde las más altas cumbres cubriendo la faz de la tierra, viajando a través del aire, en el silencio.

Tu himno de cada amanecer ha sido escuchado en tiempo y forma, a su hora precisa.

Amado Akhenaton, el de corazón verdadero, auténtico hijo del Sol:
Los pueblos hablarán poesía y ya no habrá dueños de dioses ni de templos …..porque la luz de Atón se ha de multiplicar en el interior de cada uno de ellos.
Encenderán su fuego en cada aliento.
Y desde el centro irradiará por siempre.
Elevarán como rayos luminosos sus brazos en cantos de agradecimiento, y en las palmas de sus manos abiertas veremos, el Ankh de la vida.

Recuerdo tu testimonio como si fuera hoy mismo, aquel maravilloso día, en tu refugio, poco antes del amanecer.
Dijiste así:
"cuando la compañía de la noche me despedía y me bendecía el silencio, me sentí ligero como una mariposa, pareciéndome que la noche me llevaba con ella
Entonces, de la oscuridad nació un ser vivo y en mi interior brilló una luz perfumada.
De pronto, sentí a todos los seres en un solo lugar hasta donde la vista podía abarcar, felicitándose en un murmullo, comprendiéndose con la mirada, unidos por los corazones, emocionados por la felicidad de la buena nueva, preparados para recibir la verdad que se aproxima.
He triunfado sobre el dolor y la muerte, mientras ríos de alegría se derramaban sobre mí y la entera creación se introducía en mi pecho llenándolo con su dulce néctar".
Así dijiste Akhenaton.

Pero qué es, amado Akhenaton, el tiempo transcurrido?
Tan solo un suspiro, un instante en la eternidad
La altura de los tiempos ejerce su dominio:
Ya se ven los amarillos, naranjas y rojos.

A tu lado veré florecer el mensaje de los hombres, la religión de la paz, la fuerza y la alegría.
Y juntos diremos nuestra alabanza por el principio de los tiempos:

Oh! Atón del Día!
Tu, que nutres el vientre fecundo y creas la simiente de la vida.
Que das la fuerza del movimiento sin distinciones.
Quien te recuerda no conoce la soledad.
Cuando te ausentas de la mente la tierra se ensombrece.
Presente en la mente, la tierra se ilumina
Tu reflejo es mi imagen y su brillo universal.

Akhenaton,
La altura de los tiempos ejerce su dominio.
Ya se ven los amarillos, naranjas y rojos.

(Basado en "El Rey Hereje"de Naguib Mahfuz y "El Mensaje de Silo")