Veo? luego existimos.


Cada quien ve con sus ojos. Con los propios. Tan válido unos como tan válido otros. Cómo es que podría pretenderse que miren otros con los de uno. Raro, no?
Mas claro: habría que ver con los propios, con los que pretendemos que el otro mire, al otro, con sus ojos, los propios de él, entonces, aunque parezca un trabalenguas, sería una ciega contradicción. La contradicción de ver que el otro tiene sus propios ojos y no mirarlos.
Pretender que otro mire con los ojos de uno y no pretender que uno mire con los del otro, hilando mas fino, al menos, una segunda contradicción.
Qué manía acaso es esa? Si veo bien, veo que el otro tiene sus propios ojos.  Entonces, fácil. Puede usar los propios. Los suyos. No necesita los ojos de nadie. Y si no veo bien que el otro tiene sus ojos, cómo pretenter que mire con los de uno?.
Otra cosa seria sería que uno quiera ver con los ojos propios y sa-ver como ven los ojos del otro....Ahi es bien distinto. Entonces se acerca uno y pregunta: Como es que miras esto o aquello?...y uno, que tiene ojos, y oídos, como muy bien habrá visto quien pregunta, también tiene boca, puede contestar. Pues mira, miro así o asá. Esto amarillo, esto verde, aquello azul. Ahhh mira vos !!! Y tu como miras? eso que tu ves amarillo lo veo naranja, esto que tu ves verde para mi es rojo, aquello que ves azul, azul.
Se vieron, escucharon, hablaron y quién sabe qué mas. Quizá hasta se re-cuerden. No se, habría que verlo bien.

Esferas al Buscador.

“En el antiguo Egipto la preocupación por la muerte y la resurrección es un tema central y permanente. Todas las inscripciones de las tumbas hablan de esa especie de obsesión por la continuidad tras la muerte” [1] 

 Paco me envía un mensaje: “me gustaría ir. ¿a qué hora termina? ¿me llevas?”. No se a que hora termina. Te gustaría ir, te llevo. Y el sábado, fuimos. Puntual pasó por casa. Salimos en dirección al Parque de Estudio y Reflexión La Reja, con Denis y Juan, a encontrarnos junto a otros amigos interesados en dedicar su tiempo a temas tan aparentemente improductivos como inspiradores como ver un video que no sabes con certeza, al menos intelectual, de qué va, ni con cuántos ni con quiénes pero qué "huele" muy bien. 

 Charlatán con los temas trascendentales del video y los intercambios cuasi delirantes que nos habían surgido bajó del auto saludando con la mano desde afuera, prometiéndonos quién sabe cuando nos volveríamos a ver. Así es nuestra amistad. 

 Paco estudió sociología, trabajaba con las comunidades originarias, oriundo del norte argentino, activo discípulo y guía en la escuela del “Cuarto Camino”[2], un buscador, pero sobre todo, si es que hay virtud mayor, un Ser en nada indiferente al dolor del prójimo. Todo lo contrario. 

 Hacia mediados de setiembre de 2010, Paco lee en los diarios que Silo [3] había dejado este mundo. Aunque no había llegado a conocerlo personalmente, en su plena adolescencia supo que un extraño personaje nombrado Silo, habló "a las piedras". En ese minuto se descubre conmovido “por la aún mas extraña coherencia que reconoce en la conducta de Silo a través de los años” según sus palabras; entonces decide encontrar donde acercar su saludo fraterno. Pensó, sintió y es lo que hizo. Nos buscó por internet y al día siguiente apareció en la Salita de El Mensaje de Silo en Almagro donde nos habríamos de conocer. Este es Paco para mí. 

 Pocos días después visitamos juntos por primera vez el Parque La Reja para compartir la Celebración Estacional de Primavera envueltos en una tarde soleada de animada charla nutrida de saludos, amigos y miradas. 

 Anoche, al llegar de la Salita donde podía aparecer Paco cualquier viernes, cuando querría, recibo un mensaje: “Paco había partido. Mañana sería la despedida.” Mi respuesta interrogante a Maricarmen me devuelve más detalle de la sorpresiva noticia. En ese primer momento le doy mi agradecimiento por comunicarnos, por haberme tenido en cuenta, que pido por sus seres queridos pero que no iba a ir. Yo no conocía a nadie. Ni a Maricarmen. 

 Entrada la noche, en el silencio de la almohada, viene a mi la imagen vívida de Paco. De pronto, como si lo hubiera olvidado detrás de tantas otras historias más recientes, surge colorida la película de como nos conocimos!. ¿Como que no iba a ir? El tampoco me conocía cuando decidió acercar su presencia en tiempos de transformaciones definitivas. ¿Que menos podia hacer! Por vos y por mi. Y agradecí tanto como se puede agradecer el haberme despertado justo cuando me estaba por dormir…....

 En el lugar pactado, a pesar de la lluvia intensa, con Mariana, una de sus hijas, Alfonso, su yerno y sus dos nietitas, nos fuimos encontrando; éramos una cantidad de historias de todos los tamaños y destellos como entretejidos por un centro, formando quiza desde las alturas un abrigado poncho salteño o tal vez el aletear de un batará gigante como guiño a nuestro amigo.

 A la hora precisa, en ronda, con la disposición de Mariana, Alfonso y de todos, navegamos la espiral sucesión del tiempo con esta historia que, como la presencia de cada uno de nosotros, evidenciaba por sí misma la misteriosa continuidad de los actos humanos. De Silo, su Mensaje, en la resonancia de la Ceremonia compartida, convencida que si los sentimientos tuvieran sonido, él estaría volando al compás de esta sinfónica. 

 Entre abrazos y agradecimientos nos despedimos conectados hacia el futuro. 

 Gracias Paco [4] por la enseñanza de tus gestos fraternos. El mejor de los Encuentros para vos, buscador. 

 “En las representaciones del antiguo Egipto la balanza siempre se representaba equilibrada. Eso significaba que las acciones habían sido buenas, por tanto las vísceras eran ligeras como una pluma. Entonces, el difunto podía pasar. Era un modo de presentarse ante los Dioses y asegurarse poder alcanzar la otra vida”[5] 

 -----------------------------------------------------------------------
[1] Texto del audio del Video “Antecedentes de la Disciplina Material en Egipto” de Eduardo Gozalo, Alvaro Orus, Juana Perez que vimos el 7 de junio de 2014 en el Parque de Estudio y Reflexión La Reja, Buenos Aires. 

 [2] Disciplina fundada por G. I. Gurdjieff, que tiene como finalidad una totalidad armónica del hombre en base a un sistema de desarrollo que involucra simultáneamente; El cuerpo físico, el aspecto emocional y su centro intelectual, hacia el despertar de la conciencia. 

 [3] Silo es el seudónimo de Mario Luis Rodríguez Cobos. Nació en 1938 en los alrededores de Mendoza, lugar emplazado entre Argentina y Chile. Silo dejó este tiempo y este espacio el día 16 de septiembre de 2010. Sus escritos han sido traducidos a numerosos idiomas y están editadas sus Obras Completas en dos volúmenes.

 [4] La última publicación de Paco Albarracín en Fb dice: “The Mission: Cada uno tiene la suya, hay que descubrirla y luego, atreverse”. Paco dejó este tiempo y este espacio el día 18 de junio de 2014.

 [5] Idem nota 1.