Cada quien ve con sus ojos. Con los propios. Tan válido unos como tan válido otros. Cómo es que podría pretenderse que miren otros con los de uno. Raro, no?
Mas claro: habría que ver con los propios, con los que pretendemos que el otro mire, al otro, con sus ojos, los propios de él, entonces, aunque parezca un trabalenguas, sería una ciega contradicción. La contradicción de ver que el otro tiene sus propios ojos y no mirarlos.
Pretender que otro mire con los ojos de uno y no pretender que uno mire con los del otro, hilando mas fino, al menos, una segunda contradicción.
Qué manía acaso es esa? Si veo bien, veo que el otro tiene sus propios ojos. Entonces, fácil. Puede usar los propios. Los suyos. No necesita los ojos de nadie. Y si no veo bien que el otro tiene sus ojos, cómo pretenter que mire con los de uno?.
Otra cosa seria sería que uno quiera ver con los ojos propios y sa-ver como ven los ojos del otro....Ahi es bien distinto. Entonces se acerca uno y pregunta: Como es que miras esto o aquello?...y uno, que tiene ojos, y oídos, como muy bien habrá visto quien pregunta, también tiene boca, puede contestar. Pues mira, miro así o asá. Esto amarillo, esto verde, aquello azul. Ahhh mira vos !!! Y tu como miras? eso que tu ves amarillo lo veo naranja, esto que tu ves verde para mi es rojo, aquello que ves azul, azul.
Se vieron, escucharon, hablaron y quién sabe qué mas. Quizá hasta se re-cuerden. No se, habría que verlo bien.